Aún hay temor al usar la palabra aborto

| Aborto |

Aunque la legislación sobre el aborto va avanzando, parece que no es suficiente, pues se sigue criminalizando y castigando este proceso.

¿Qué implica la criminalización del aborto?




Hablar de la criminalización del aborto va en contra de las recomendaciones internacionales de salud, como las de la OMS y otras organizaciones en pro de los derechos humanos.

El aborto es parte de un proceso reproductivo. Es posible que mujeres con capacidad de gestar también se enfrenten a este proceso y a esta decisión en algún momento de su vida, por lo que debe ser tratada como un tema de salud sexual y reproductiva. En ese sentido, el Estado debe garantizarlo como un derecho a la salud.

Socialmente se habla de la criminalización del aborto como una conducta delictiva, lo que impide que el personal de salud se capacite para llevar a cabo estos procedimientos.

¿Es posible que el aborto se despenalice completamente?

Se puede abortar en todas las semanas del embarazo de manera segura, pero para que esto sea una realidad, tiene que haber personal capacitado. Esto no sucede debido al estigma social que rodea al procedimiento del aborto.

Las 12 semanas siempre son insuficientes, ya que las barreras a las que se enfrentan las mujeres son múltiples. Mientras más barreras haya, más aumenta el tiempo que tardan en acceder al procedimiento y también aumentan las semanas de gestación.

¿Cuáles son otras formas de lograr la despenalización del aborto?

Hay una narrativa que presenta el aborto como un delito, y aunque no siempre implica una pena de cárcel, sí es castigado socialmente.

Hay que viabilizar las necesidades de las mujeres en torno a la sexualidad y las intersecciones de injusticia que se hacen más evidentes cuando estas personas toman la decisión de abortar.

 
 

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