El cuidado de la higiene íntima

| Aparato reproductor femenino |

Te damos consejos útiles para conocer mejor tu vulva y cuidar su higiene




Los órganos genitales en las mujeres a menudo han estado rodeados de mitos y tabúes que han impedido que podamos disfrutarlos y quererlos como son. Lo primero que vamos a hacer es explicarte en qué consisten los genitales externos (la parte del aparato reproductor femenino que puede verse), porque a menudo nos han enseñado a esconderlos, no mirarlos y a creer que son feos. Puedes usar un espejito para verlos. Si quieres hacerlo de forma más profesional, compra un espéculo para mirar con más profundidad. Los genitales externos o vulva se compone de:  
Monte de Venus o Pubis. Es como una almohadilla de tejido adiposo con vello púbico.
Labios Mayores. Son dos pliegues situados a ambos lados de la vulva.
Labios Menores. Dos pliegues finos dentro de los labios mayores. En la parte de arriba se unen formando el capuchón del clítoris. No son iguales y su tamaño cambia con la edad.
Clítoris.  Su glande, la parte más visible, se encuentra entre los labios mayores y menores.
Meato Urinario. Orificio debajo del clitoris donde sale la orina.
Perineo. Zona entre los labios hasta el ano sensible a la estimulación sexual.
Entrada Vaginal o Introito Vaginal. Entrada de la vagina por donde sale la menstruación.

1. No te laves en exceso. La vagina tienen su propio sistema de autolavado. Una vez al día, con más agua que jabón y sin penetrar dentro (recordemos que la vulva es el exterior y la vagina el orificio interno) será suficiente. Las toallitas que se venden ahora con productos de higiene íntima no son muy recomendables, pero entendemos que en una ocasión especial, si es verano, estás fuera, has tenido una relación con penetración... puedes querer usarlas. Es preferible lavarte con agua. Muchas veces la sensación subjetiva de que olemos mal tiene que ver con los mensajes culpabilizadores que hemos recibido. Cada una tiene su propio olor.
2. Usa un jabón con un PH adecuado. Los jabones con pH 5.5 son adecuados, los más fáciles de encontrar son de pH neutro, pero se recomienda utilizar un ph ligeramente más ácido, más alcalino. Es importante que no contenga parabenes ni químicos ni perfumes. Por eso muchas veces es recomendable acudir a la farmacia o leer bien las etiquetas. Los jabones naturales hechos a mano suelen ser también buenos, porque contienen el nivel apropiado de sosa (recordad que a nuestras madres y abuelas les recomendaban hacerse baños con bicarbonato sódico o jabón lagarto). Pero si resecan mucho, no abuses de la cantidad.
3. Cuidado si optas por depilarte. Ya sabemos que duele pero hay formas que reducen el dolor y evitan que se enquisten los pelos. Si has elegido la depilación láser o eléctrica, existen cremas que duermen la zona. Si optas por rasurarte con una cuchilla, puedes abrir los poros para que salgan con más facilidad el vello echándote antes crema suavizante. Hay quien va a una sauna o prepara su propio baño con mucha espuma y agua caliente. O quien se hace una sola vez la depilación láser para debilitar el vello.
4. Si tienes relaciones sexuales, protégete con métodos anticonceptivos, así evitarás infecciones de transmisión sexual. Y no estamos hablando sólo del VIH, sino de de hongos, virus del papiloma humano en fin, muchas otras ITS menos conocidas que pueden ser también muy perjudiciales. Si tienes sexo anal, recuerda que todo lo que entre en el ano debe ser lavado antes de entrar en la vagina, si no, podría trasladar toda serie de infecciones. Con estos sencillos consejos tu vulva estará más sana y cuidada.
Y recuerda que los genitales, al igual que en los hombres, no son iguales en ninguna mujer y varían con la edad. Ni mejores ni peores, diferentes.  A partir de la adolescencia, como consecuencia del inicio de la menstruación, aumenta el pH de la vagina. Empieza a aparecer el vello para proteger de infecciones. Se pueden notar algunos picores. Es normal, es están equilibrando los "virus buenos" de esa zona. Al madurar, se intensifica el riego sanguíneo en la zona.  También puede haber cambios asociados al peso de la mujer, a enfermedades de transmisión sexual y a su propia fisiología. Para las mujeres que quieren quedarse embarazadas, que asuman que el tamaño de los órganos aumentará. Y en la menopausia, se pierde lubricación natural, nada que no se pueda solucionar con una buena alimentación, ejercicios Kegel y un lubricante o crema para esa zona tan especial.

 
 

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