México a la vanguardia en métodos anticonceptivos, pero rezagado en información
| Métodos anticonceptivos | Carmen Rodríguez
México fue uno de los países pioneros en la investigación científica para el desarrollo de anticonceptivos
¿Qué método anticonceptivo me recomiendan? Esta es una pregunta frecuente que hacen adolescentes a través de foros o redes sociales en internet. En la actualidad, la mayoría de las jóvenes mexicanas prefiere consultar las experiencias y opiniones de amigos o conocidos y determinar qué método anticonceptivo emplear en lugar de acudir con el especialista médico.
La respuesta más común es la pastilla anticonceptiva, otras incluso se atreven a opinar que “el aborto”, como el caso de una niña de 13 años, quien preguntó en un foro cuántas veces puedo abortar en un año, porque creía que éste es un método anticonceptivo.
De los dos millones de embarazos registrados en 2008 por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), 17.3 por ciento fue en mujeres jóvenes menores de 19 años. La encuesta también señala el limitado conocimiento de adolescentes sobre métodos anticonceptivos.
Al respecto, la doctora Josefina Lira Plascencia, coordinadora del Capítulo de Adolescencia del Colegio Mexicano de Especialistas en Ginecología y Obstetricia, reconoció que en la actualidad la planificación familiar no figura como área prioritaria en programas de salud pública, lo que podría considerarse como una de las causas de la falta de conocimiento en anticoncepción entre la juventud mexicana.
Desde el año 2000 son pocas las campañas gubernamentales de esta naturaleza que han sido lanzadas. De hecho sólo se cuantifica una relacionada con el uso del condón; a pesar de que la Secretaría de Salud reconoce a la mortalidad materna como una causa importante de fallecimientos entre la población femenina.
“Si bien las campañas han carecido de continuidad, los servicios en las instituciones no se cancelaron, pero se requiere de educación, conocimiento y métodos anticonceptivos modernos y accesibles, sobre todo en adolescentes”, expuso.
México fue uno de los países pioneros en la investigación científica para el desarrollo de anticonceptivos, y la sociedad los tiene al alcance desde hace más de 40 años, cuando sólo existía un método: la píldora. Después vino una época de “oscurantismo” en el que se evitaba tocar el tema; en cambio, en la actualidad, existe un mercado novedoso en esta área, al tener la posibilidad de adquirir los mismos métodos que existen en Estados Unidos o Europa.
En ese sentido, el doctor Samuel Santoyo Haro, con especialidad de ginecología y obstetricia, certificado por el Consejo Mexicano de Ginecología, explicó que las mujeres con vida sexual activa que deseen entrar a un esquema anticonceptivo deben considerar el uso de un método que se adapte al estilo de vida de cada una de ellas.
Una de las mayores inquietudes de esas mujeres al usar un anticonceptivo está relacionada con la eficacia, su comodidad y discreción, por lo que el mercado cuenta con diversas presentaciones como el anillo anticonceptivo, el implante subdérmico, la píldora, las inyecciones, el DIU, el parche anticonceptivo, entre otras opciones.
“El problema de los métodos anticonceptivos no es su eficacia, porque contrario al mito que puede provocar alteraciones físicas, ahora muchos de ellos conllevan beneficios. El inconveniente es que no se toman de manera indicada ni en tiempo o dosis”, explicó Santoyo Haro.
De hecho, el especialista comentó que en la actualidad muchos métodos anticonceptivos presentan beneficios preventivos contra el cáncer de ovario, en el cuello de la matriz, quiste de ovario, además de prevenir osteoporosis o reducir el acné.
Aunque México está a la vanguardia en métodos anticonceptivos, no se encuentra entre las naciones que más hacen uso de ellos. Tan sólo en América Latina, el país está posicionado por debajo de Colombia, Costa Rica y Paraguay, y una de las causas es debido a los mitos y tabúes que persisten en torno a la credibilidad de su uso.
Gran parte de las alternativas anticonceptivas figuran en el cuadro básico de la Secretaría de Salud, y se puede acceder a ellas por medio de las diversas instituciones públicas. Incluso, están a la venta en farmacias, y en ocasiones algunos de los métodos pueden ser más baratos que una caja de cigarros.
Ambos especialistas coincidieron en que no sólo es necesario contar con diversas opciones anticonceptivas, sino generar información en torno a su empleo “Siempre es el momento oportuno para lanzar una campaña en torno a esos productos, porque cada vez hay más embarazos no deseados y continúan muchos mitos y tabúes en derredor a la sexualidad”, acotó Santoyo Haro.