Técnicas seguras y efectivas para la reproducción asistida
| Reproducción humana | Carmen Rodríguez
La reproducción asistida mediante ovodonación o inseminación debe contar con controles de calidad para ofrecer todas las garantías
La infertilidad afecta a un 17% de las parejas Mexicanas, según la firma investigadora de salud Ipsos Healthcare. En 2012 se realizaron 82.000 procedimientos de reproducción asistida en México. Pese a que la Organización Mundial de la Salud reconoce la falta de fertilidad como un problema de salud pública desde 2010, México no lo considera así, lo que provoca que el 95% de los servicios de atención a la infertilidad se realicen en clínicas privadas. Afortunadamente, los procedimientos médicos cuestan un 50% menos en el país que en Estados Unidos y Europa, lo que ha provocado que estos tratamientos sean los terceros en importancia para el turismo médico (según un estudio de Proméxico y la Secretaría de Salud).
Por este motivo, son cada vez más las personas que acuden a tratamientos de reproducción asistida. Las razones son diversas: problemas de fertilidad por parte de alguno de los miembros, parejas lesbianas, mujeres sin pareja masculina, etc. En cualquier caso, son mayoría las que logran llevar a buen término su embarazo. La tecnología avanza y con ella la posibilidad de lograr la fecundación del óvulo en edades más avanzadas.
Una de las técnicas más efectivas es la ovodonación. Está recomendada es casos de mujeres con mala calidad ovocitaria (cuando esté demostrada que la infertilidad no se halla en una pareja varón, sino que haya fracasado otra técnica de reproducción asistida, haya sufrido daños por enfermedades, edad muy avanzada, etc.). Se reciben los óvulos de una donante que previamente ha sido cuidadosamente seleccionada. Se realizan estudios genéticos y entrevistas psicoemocionales, con pruebas para descartar enfermedades hereditarias o infecciosas. También se elaboran perfiles físicos para que la futura madre pueda elegir que la donante sea parecida a ella. En cualquier caso, todo el proceso debe estar supervisado por controles médicos rigurosos.
Por otro lado, estos días nos ha sorprendido la noticia de que muchas personas recurren a la donación de semen a través de internet, lo que siempre resulta poco fiable. La Sociedad Española de Fertilidad (SEF) advierte de los riesgos de la venta de esperma a domicilio. A menudo proceden de otros países y no cumplen la normativa española. Según señala el Grupo de Interés de Ética y Buena Práctica Clínica de la SEF, existen una serie de recomendaciones que debe seguir un buen tratamiento de reproducción asistida. Entre ellas se encuentran el control médico (con personal técnico cualificado y con experiencia que asegure la correcta manipulación de las muestras de semen congeladas, puesto que el nitrógeno líquido es peligroso); la valoración de la calidad seminal; que se trate un centro autorizado con los estándares de calidad y seguridad exigidos por la normativa vigente y la existencia de seguros de responsabilidad. Además se debe respetar el anonimato y la confidencialidad a la vez que se realizan pruebas sobre la salud física y psicológica de los donantes. Tanto para la donación como para la inseminación, el equipo médico debe hacer una selección adecuada en función de las características físicas, psicológicas y clínicas.
También hay que desterrar algunos mitos sobre la reproducción asistida. No es cierto que recurrir a estos tratamientos siempre vaya a dar como resultado un parto múltiple. Este temor proviene del hecho de que se implantan dos o más embriones en la mujer para aumentar las posibilidades de embarazo. Sólo el 20% de los embarazos logrados a través de estos métodos derivan en embarazos de más de un niño/a.
Tampoco es verídico que sea imposible quedarse embarazada con la menopausia. Efectivamente no se dispone de óvulos fértiles, pero se puede recurrir a la mencionada ovodonación o a la implantación de un óvulo ya vitrificado. Hay mujeres que prefieren congelar sus óvulos antes de que se les agote la reserva ovárica.