Los casos de violencia sexual en México no cesan
| Violencia sexual | Carmen Rodríguez
La mayoría de los casos de violencia sexual en México no son denunciados como consecuencia de la ineficacia de la fiscalía y la normalización de violencia
La violencia sexual es una forma de dominio y poder que se ejerce sobre otra persona, el agresor percibe o se cree que la otra persona es inferior y puede ser objeto sexual, este tipo de violencia es ejercida principalmente contra mujeres y niñ@s.
La violencia sexual vulnera la libertad y el derecho a decidir de la persona agredida, puede provocar graves consecuencias en la salud física y mental de la persona.
El Informe Mundial sobre la Violencia y la Salud define la violencia sexual como: “todo acto sexual, la tentativa de consumar un acto sexual, los comentarios o insinuaciones sexuales no deseados, o las acciones para comercializar o utilizar de cualquier otro modo la sexualidad de una persona mediante coacción por otra persona, independientemente de la relación de ésta con la víctima, en cualquier ámbito, incluidos el hogar y el lugar de trabajo”
En muchos casos la violencia sexual no es denunciada o si se ha denunciado los delitos no llegan al Ministerio Público, por seguir en curso o por archivarse.
En la actualidad la Oficina de Defensoría de los Derechos de la Infancia (ODI) detecta 18 colegios donde se han cometido abusos sexuales a menores de forma organizada en diferentes Estados de México.
No existe un mecanismo de vigilancia en los colegios por lo que las autoridades escolares omiten en muchos de los casos denunciar un posible abuso de los menores.
Según datos de La Encuesta Nacional sobre Dinámica de las Relaciones en los Hogares del INEGI realizada en 2016, el 66.1% de las mujeres mayores de 18 años han sufrido algún tipo de agresión física, psicológica o sexual; es decir 66 de cada 100 mujeres.
La violencia contra las mujeres se ejerce a través del acoso y abuso sexual (frases ofensivas, miradas lascivas, amenazas de violación, manoseos o exhibicionismo); hostigamiento; humillación e intimidación; acecho (ser seguidas en la calle); golpes y asesinatos, por mencionar algunas.
Es necesario trabajar en erradicar esta violencia contra las mujeres y niñas, hay que analizar las políticas públicas para mejorar la seguridad.