Anatomía sexual femenina
La anatomía sexual femenina incluye la vulva y órganos reproductivos internos como el útero y los ovarios. Los órganos sexuales de la mujer (genitales) son todos aquellos que posibilitan que pueda producirse la reproducción. Estos órganos se encuentran dentro de lo que se denominan características sexuales primarias.
¿Qué es la anatomía sexual femenina?
La anatomía sexual femenina la constituyen aquellas partes del cuerpo de una mujer que la otorgan carácter sexuado, es decir, la definen como parte del sexo femenino. Por otra parte, también puede entenderse que son las partes de su fisiología que intervienen en la respuesta sexual.
Aunque en algunos casos coincide que algunas de estas partes son órganos genitales o partes del aparato reproductor, no tienen por qué estar ligados necesariamente a la reproducción humana.
La parte externa de los órganos genitales femeninos se conoce como vulva y la parte interna se denomina vagina.
En otros casos, pueden intervenir en las relaciones sexuales, pero también pueden tratarse de zonas erógenas, como es el caso de los pechos, o, simplemente, la piel, que está llena de terminaciones nerviosas. En general, todo el cuerpo tiene la potencialidad de ser un órgano sexual, ya que puede proporcionar placer.
En nuestra sección hemos decidido destacar partes como el clítoris y el punto G. Aunque los abordamos como partes separadas, las últimas investigaciones apuntan a que forman parte de un mismo eje.
¿Cuáles son las partes sexuales de la mujer?
Las partes sexuales femeninas son los órganos que por medio de las relaciones sexuales permiten a las mujeres poder tener niños.
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Los órganos internos son la vagina, el útero, las rompas de Falopio y los ovarios.
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Los órganos externos son los labios mayores y menores, el monte de Venus, las glándulas de Bartolino, los bulbos del vestíbulo y el clítoris.
