Anatomía sexual masculina
Los caracteres sexuales primarios del hombre, es decir, los órganos sexuales que participan en la reproducción, no son los únicos órganos sexuales. Además de los caracteres sexuales secundarios que también le diferencian como varón, todas las partes del cuerpo pueden intervenir en las relaciones sexuales.
¿Qué es la anatomía sexual masculina?
La anatomía sexual masculina la constituyen las partes del cuerpo del hombre que lo diferencian como tal. Esto es, los órganos de una persona que lo hacen pertenecer al sexo masculino. En algunos casos estas zonas pueden coincidir con partes del aparato reproductor masculino y además intervenir en su ciclo de respuesta sexual.
Partes de la anatomía sexual masculina
- Un ejemplo es el pene. Al participar el pene en la micción y ser la anatomía sexual masculina más externa y visible, esto ha hecho que tradicionalmente los hombres tengan mayor relación con sus genitales, también en la masturbación.
- Existen zonas erógenas en todas las partes del cuerpo: perineo, cara interna de los muslos, pecho, nalgas, etc. Muchas zonas del cuerpo son sensibles al contacto.
- Toda la piel tiene miles de terminaciones nerviosas que con la estimulación correcta (masajes, caricias, besos) pueden provocar mucho placer y convertirse en órganos sexuales.
- El propio cerebro participa en la respuesta sexual tanto por los estímulos neuronales, la liberación de hormonas y la construcción de la identidad sexual y de las fantasías sexuales.
- También abordaremos el “punto G masculino” (o “punto P”, por hallarse en la próstata) como uno de los principales puntos de placer.
- Otras partes anatómicas como los testículos, responsables de la producción de los espermatozoides, pueden consultarse en la sección del aparato reproductor masculino.
Así pues, no hay que confundir órganos sexuales con órganos genitales, aunque en algunos casos el pene sí pueda diferenciar al hombre como sujeto sexuado y participe en el placer sexual y en las relaciones sexuales y reproductivas.
