Los expertos afirman que el contagio del VIH por sexo anal puede ser hasta 20 veces mayor que por la vagina, puesto que el tejido rectal es más fino y de esta forma el virus tiene más facilidad para atacar a las células.
Ahora, una investigación llevada a cabo por especialistas de las universidades de Pittsburgh y California en Los Angeles (UCLA) demuestra que el gel microbicida con tenofovir, con resultados prometedores para proteger la vagina de infecciones por VIH, podría servir también en un futuro para evitar contagios por sexo anal. El tenofovir es un medicamento que suele administrarse a pacientes con VIH y se denomina “microbicida” porque protege al organismo de infecciones.
Este estudio, financiado por los Institutos de Salud Pública de Estados Unidos, se ha presentado en la 18ª Conferencia de Retrovirus y Enfermedades Oportunistas (CROI) que ha tenido lugar en Boston del 27 de febrero al 2 de marzo.
Aún en fase preliminar, la investigación se basa sobre una muestra de 18 voluntarios de ambos sexos de los que se tomaron biopsias del tejido rectal tras haberse aplicado este gel durante una semana. Posteriormente, expusieron estas muestras al VIH para constatar que el tejido de los pacientes que utilizaron el gel con tenofovir diariamente durante una semana resistió la infección del VIH notoriamente mejor que en los pacientes que usaron un placebo o gel anti-VIH sólo una vez. De los voluntarios, sólo dos sufrieron efectos secundarios gastrointestinales y tres de cada cuatro del grupo afirmaron que considerarían utilizarlo en un futuro.
“Estos resultados son preliminares pero pueden ayudar a fijar las bases para los ensayos clínicos con geles microbicidas destinados al recto que ya están en curso o los que se harán en el futuro”, señaló Ian McGowan, autor principal de la investigación.
Hace algunos años salieron a la luz los resultados de otro estudio sobre una muestra de 900 mujeres sudafricanas que también mostraban menos posibilidades de contagio aplicando el gel antes y después de sus relaciones sexuales.
Puesto que “una importante cantidad de mujeres se está involucrando también en el sexo anal”, como indica el doctor Kenneth Mayer, investigadores han trabajado durante años para comprobar si los resultados óptimos de la aplicación de este gel podían extrapolarse al sexo anal. Los primeros resultados presentados en la Conferencia de Boston indican que es posible.
Investigadores están a día de hoy rediseñando el microbicida vaginal con menos cantidad de glicerina para hacerlo así más tolerable en su uso en el área rectal.