La falta de disponibilidad de condones en farmacias y centros de salud en Cuba, empiezan a pasar factura a las mujeres y hombres, ya que se están disparando las ETS, los embarazos no deseados y los abortos.
La escasez de condones no es un tema reciente en Cuba, pero se agravó con la pandemia. Los únicos lugares donde se podían encontrar, y con una oferta limitada, era en las tiendas en pesos convertibles, pero a un precio prohibitivo para los cubanos.
Una reciente encuesta con estudiantes de enseñanza preuniversitaria reveló que los jóvenes cubanos consideran que es muy difícil adquirir anticonceptivos, sobre todo por los elevados. En las redes del mercado negro, un condón puede llegar a valer 50 pesos y las pastillas anticonceptivas se fijan al costo que quiera el vendedor.
La escasez de condones ha llevado a que las autoridades sanitarias a distribuir el medicamento de profilaxis (PrEP), capaz de evitar el contagio del virus causante del SIDA.
Entre los productos que traen en sus maletas los cubanos emigrados que visitan la Isla, cada vez hay más presencia de anticonceptivos. En las redes sociales son frecuentes las recaudaciones de dinero para traer equipaje cargado de medicamentos al país y, entre ellos, los necesarios condones.
La píldora del día después y el DIU también llegan muchas veces al país con viajeros que los importan para sus familiares o para la reventa en el mercado negro.
