Los médicos están notando en sus consultorios la falta del uso de anticonceptivos entre la juventud, pero se suman muchos casos de su mal uso, reduciendo su efectividad y proliferando las infecciones de transmisión sexual.
Sin miedo
Se percibe que los jóvenes han perdido el miedo a las ETS. Hay una infravaloración del riesgo a futuro que pueden tener esas ITS, ya que muchas de ellas son detectables y curables. Pero lo que desconocen las que no son curables.
Educación sexual
Una educación sexual integral es fundamental para atacar y atajar estos problemas que los médicos evidencian.
La ESI debería ser algo transversal y progresivo a todo el sistema educativo y que en todos los niveles se diese una serie de fundamentos tanto de anticoncepción como también abordar el aspecto sexo-afectivo para prevenir riesgos y relaciones tóxicas.
Llegar a la juventud
Lejos de buscar la información entre los médicos, adultos cercanos, profesionales sanitarios, etc., lo que están haciendo es acudir a las redes sociales y/o internet. Y ahí encuentran los falsos mitos, los sesgos y la información errónea.
En esa búsqueda de información llega otro peligro, la pornografía. Se exponen a la violencia, sobre todo hacia las mujeres, y también son personas sin bagaje ni conceptos básicos en cuanto a sexualidad y están viendo porno donde se idealizan y normalizan comportamientos peligrosos.
Pueden llegar a pensar que lo que están viendo es realmente la sexualidad y se ven relaciones con varias personas sin un preservativo. Y eso se normaliza. Y es un mensaje peligroso.