Cada día dan a luz más de 20.000 niñas menores de edad en países en vías de desarrollo, según datos de UNFPA - Fondo de Población de Naciones Unidas, organismo desde el cual luchan por erradicar el embarazo en la adolescencia.
Calculan que en torno a 7,3 millones de partos al año corresponden a niñas que no han cumplido los 18 años.
El embarazo adolescente ocurre cuando se produce una gestación en una menor de edad, lo que puede cambiar completamente su vida, desde el día a día, hasta su aprendizaje en la escuela y las posibilidades de trabajo a largo plazo.
Principales causas de un embarazo no deseado en la adolescencia
El acceso limitado a la información y a la educación sexual es una de las causas más comunes por las que se produce el embarazo adolescente. Ocurre mayoritariamente en niñas pobres o en riesgo de exclusión social, de hecho nueve de cada diez partos adolescentes de niñas de 15 a 19 años de dan en países de ingresos medios y bajos.
Quedarse embarazada en la adolescencia puede desencadenar en la interrupción de los estudios de la joven, que deje de ir a la escuela, lo que conlleva un posible aislamiento social y la pérdida de oportunidades educativas y profesionales para su futuro.
¿Qué medidas reducen el embarazo adolescente?
Como factores, desde la UNFPA apuntan a que las medidas para erradicar el embarazo adolescente deben centrarse en impulsar la igualdad de género, acabar con la violencia y la coacción sexual, la presión social y, por lo tanto, la exclusión de oportunidades formativas y laborales. Proponen las siguientes medidas:
- más formación en educación sexual adecuada a cada edad (ver más sobre sexualidad en la adolescencia)
- invertir en la educación de las niñas, especialmente en secundaria
- prevención del matrimonio infantil
- acceso global a información sobre salud sexual y métodos anticonceptivos
Y mencionan el hecho de “empoderar” a las niñas y apoyar sus derechos para evitar un embarazo a una edad temprana que frene sus posibilidades educativas, profesionales y sociales. Porque una niña que accede a la educación tiene menos posibilidades de contraer matrimonio y tiene la capacidad necesaria para retrasar la maternidad hasta la edad adulta.
Noticia relacionada:
Reto en 2020: lucha contra el embarazo infantil y adolescente en México
