Es fundamental conocer las consecuencias emocionales y sociales en las que se enfrenta una adolescente con un embarazo no deseado; hay que fomentar la comunicación con apoyo, principalmente de la familia, y promover una educación sexual integral.
Muchas familias evitan hablar sobre la sexualidad y, en muchos casos, se emplea un lenguaje no apropiado usando motes o apodos para referirse a los órganos reproductivos, gran error. Hay que emplear el lenguaje correcto. Cada cosa por su nombre.
Los problemas sociales gracias al machismo que aún vivimos son un problema grave para las emociones y autoestima de las niñas y adolescentes al ser señaladas o juzgadas.
Aunque las instituciones educativas no las excluyen, muchas optan por abandonar sus estudios debido al juicio social, la falta de apoyo y las cargas emocionales que enfrentan.
La solución debe ser integral e involucrar a padres de familia, instituciones de salud y educativas. Los padres deben ofrecer información, sin tabúes.
