ETS más comunes en México
Las infecciones de transmisión sexual están entre las diez primeras preocupaciones de las personas que acuden a consulta médica en México. Una de sus problemáticas es que hay casos que presentan síntomas inespecíficos, que impiden determinar de manera precoz que se trata de una enfermedad de transmisión sexual. Incluso algunas son asintomáticas por lo que en todos estos casos una persona puede estar infectada y no saberlo, corriendo el riesgo de infectar a otras personas con las que tenga relaciones sexuales.
Es importante por ello, insistir en la necesidad de mantener siempre relaciones sexuales con protección. La juventud, por falta de información o de conciencia, no piensan en los riesgos del sexo no protegido aunque en realidad es el grupo más amenazado.
En México, según datos de la Secretaría de Salud, las enfermedades de transmisión sexual han aumentado en todo el país. La Gonorrea se ha triplicado en el último año y la Sífilis congénita mantiene un ritmo al alza en los últimos cuatro años.
Hasta el 16 de diciembre de 2017 se reportaron 4 mil 545 caos de Gonorrea, mientras que en el año anterior solo se reportaron mil 856. El Herpes genital pasó de 3 mil 939 en 2016 a 5 mil 826 en 2017. El VIH también creció pasando de 10 mil 672 casos a 11 mil 505 casos en el mismo periodo.
Estos datos nos revelan que las campañas de prevención no están ofreciendo los resultados esperados y que las enfermedades de transmisión sexual continúan estando muy presentes en la población mexicana.
Las infecciones de transmisión sexual más comunes y recurrente en México son :
- Virus del Papiloma Humano (VPH)
- Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH)
- Sífilis
- Gonorrea
- Clamidia
- Herpes (VHS)
La Sífilis, Gonorrea y Clamidia son curables con tratamiento médico adecuad. El VPH, VIH o el herpes son tratables y pueden mantenerse bajo control.
Aquellas personas que hayan tenido sexo sin protección, es aconsejable que se hagan las pruebas pertinentes ya que un diagnóstico precoz es muy importante. Otra precaución es vigilar cualquier cambio corporal que pueda detectarse, por ejemplo lesiones, úlceras, irritaciones, secreciones no usuales en la vagina o la uretra, quemazón o malestar, etc.
El cuadro clínico de las enfermedades de transmisión sexual es muy variado, pero el principal riesgo es que, de no recibir tratamiento a tiempo, a largo plazo conllevan serias complicaciones para la salud.
Po todo ello es muy importante concienciar sobre el uso del condón o preservativo como única vía para la prevención. Tener relaciones sexuales con otras personas debe ser una elección libre, responsable, placentera y protegida.