La vida sexual de las personas se puede prolongar hasta edades muy avanzadas. Algunos médicos recomiendan “no retirarse nunca del sexo” pero, eso sí, tampoco dejar nunca de ser cautelosos. Y es que a cierta edad, muchas personas se despreocupan en el uso de métodos anticonceptivos, especialmente en la utilización del condón, bien porque los consideran innecesarios, bien porque les dificulta la erección.
Tales son las consecuencias de esta despreocupación, que una investigación llevada a cabo entre estadounidenses con edades de 50 a 90 años revela que ocho de cada diez de estas personas consultadas son sexualmente activas y que los casos de enfermedades de transmisión sexual (ETS) en este colectivo se han duplicado en los últimos diez años.
El estudio, publicado en el British Medical Journal, pone de manifiesto la escasa información sobre este tipo de enfermedades que llega a los adultos más mayores. Los expertos aconsejan crear más conciencia por parte de los medios de comunicación para que llegue más información útil a personas que, cumplidos los 50 años, pueden haberse despreocupado de tomar precauciones en las prácticas sexuales para prevenir posibles enfermedades de transmisión sexual.
Algunos expertos consideran que la causa radica en que no creen que a ellos les pueda pasar. Sobre la década de los 80 comenzaron a ser noticia las infecciones de transmisión sexual (ITS) y, por lo tanto, las advertencias y consejos no impactaron de forma tan directa a su generación como pudieron hacerlo sobre los más jóvenes. De hecho hay médicos que recomiendan comportarse siempre en el sexo como jóvenes de 20 o 30 años de edad, de forma que no se dejen de lado las medidas para evitar las ETS.
En cambio, los datos exponen que los casos de sífilis y clamidia en adultos con edades entre 45 y 64 años han aumentado prácticamente el triple en tan sólo diez años. También aumentaron los casos de gonorrea, tal y como confirman los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés).
Ellas son más vulnerables
Cumplida una edad, son las mujeres mayores las que se vuelven más vulnerables fisiológicamente. En ellas se producen cambios postmenopáusicos como el estrechamiento y acortamiento de la vagina, el adelgazamiento de la mucosa y disminuye la lubricación, factores que dejan a las mujeres más expuestas a lesiones genitales menores y que pueden facilitar la entrada de agentes patógenos, advierten los autores de la investigación.
Muchos padres enseñan a sus hijos que “con la edad viene la responsabilidad”. Según los expertos, ahora es momento de aplicarse a ellos mismo esta afirmación para no exponerse a riesgos que se podrían evitar.
Se duplican los casos de ETS en mayores de 50 años
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Enfermedades de transmisión sexual