Orguyo Gay
En la medida en que derribemos los mitos y prejuicios que aún existen alrededor de la homosexualidad, podremos vivir en un mundo más justo e igualitario. Aquí desmontamos algunos:
- Mito 1: Ser homosexual es “anormal”.
Realidad: Ser homosexual es una orientación sexual, ni más ni menos que eso. No tiene nada que ver con la normalidad o anormalidad. La homosexualidad no provoca “anormalidades” psicológicas o físicas, ni es causada por ellas.
- Mito 2: Si es una “opción” sexual, puedo elegir otra.
Realidad: La orientación sexual nace del deseo, no es una opción deliberada ni una elección que pueda modificarse por pura voluntad.
- Mito 3: La homosexualidad es producto de una mala crianza o por familias disfuncionales.
Realidad: Los gays y lesbianas, igual que los heterosexuales, crecen en todo tipo de familias. Ninguna investigación ha logrado establecer un vínculo entre la homosexualidad y los conflictos familiares.
- Mito 4: Los homosexuales no tienen parejas estables.
Realidad: Existen muchísimas parejas homosexuales duraderas. En este sentido, no hay diferencias con las heterosexuales. La necesidad de formar pareja, de sentirse amado, de construir una familia, de darle a otra persona lo mejor de sí, todo ello está presente en varones gays y mujeres lesbianas. En todo caso, se enfrentan dificultades similares a la hora de construir una relación que perdure muchos años.
- Mito 5: Los homosexuales “acosan” a gente de su mismo género.
Realidad: Recordemos que los acosadores y los violadores son, en su mayoría, heterosexuales. Y así como a las mujeres heterosexuales no les da lo mismo cualquier hombre, a una chica lesbiana o chico gay no les gustan ni todas las mujeres ni todos los hombres respectivamente.
- Mito 6: Los homosexuales son perversos y degenerados.
Realidad: La homosexualidad dejó de ser considerada una perversión y un trastorno psicológico desde 1973, cuando fue eliminado del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM 3), documento de referencia para la mayoría de los psiquiatras y psicólogos clínicos del mundo. Por otro lado, no está demostrado que los homosexuales sean más propensos a tener rasgos de personalidad o conductas perversas que los heterosexuales.
- Mito 7: Hay terapias que pueden “convertir” a una persona homosexual.
Realidad: Todos los intentos llevados a cabo, especialmente en la década de los 50, por “convertir” a los homosexuales han sido inútiles y algunos muy violentos. El objetivo de la psicoterapia es ayudar a la persona y a su entorno a asumir sus deseos y convivir con los mismos, no a transformarlos según los parámetros sociales.
