Científicos de EE.UU. han reducido casi al 100% los embarazos en pruebas con animales sin afectar la testosterona ni causar efectos secundarios graves. Actualmente en la fase 2 de ensayos, podría convertirse en el primer método anticonceptivo masculino reversible.
A diferencia de intentos anteriores, este medicamento bloquea una proteína para la producción de esperma. Al no interferir con las hormonas, evita efectos como aumento de peso o cambios de humor.
Los estudios mostraron que la fertilidad se recupera completamente al suspender el tratamiento, una ventaja clave sobre métodos permanentes como la vasectomía.
Con un 75% de hombres dispuestos a usar nuevos anticonceptivos, una farmacéutica acelera las pruebas.
Las mujeres han cargado esta responsabilidad demasiado tiempo.
Si los ensayos confirman su seguridad y eficacia en humanos, este avance podría redefinir la planificación familiar, ofreciendo por fin a los hombres una opción reversible, no invasiva y libre de efectos hormonales.
