Cada vez más mujeres se resisten a los métodos anticonceptivos de efecto inmediato y eligen aquellos que le aporten más tranquilidad y seguridad a largo plazo, ya que muchas mujeres pueden olvidarse de la toma diaria de pastillas, la aplicación frecuente de inyecciones, el cambio de dispositivos o procesos similares.
Si bien la píldora sigue siendo el anticonceptivo más popular, cada vez más mujeres optan por los métodos de larga duración, que no requieren ser tomados o usados de manera cotidiana, siendo no solo efectivos y seguros, sino comodos.
La prevención de un embarazo no deseado no solo depende de la protección ofrecida por el método, sino también del correcto uso, para lo cual el asesoramiento médico y la planificación familiar es sumamente importante, ya que permite incrementar la satisfacción de quienes los usan orientándolos hacia la elección del que cubra mejor sus necesidades y estilos de vida.
En los últimos años, a nivel mundial, han ido cobrando cada vez más relevancia los métodos anticonceptivos de larga duración.
- Inyección anticonceptiva: se aplica una dosis de la hormona progesterona en forma intramuscular cada tres meses.
- Parche anticonceptivo: se coloca sobre la parte inferior del abdomen, las nalgas o la parte externa del brazo.
- Anillo vaginal: delgado y flexible, se comprime con el dedo pulgar y el índice y se inserta dentro de la vagina liberando hormonas de progesterona y estrógeno.
- Implante anticonceptivo: es una varilla suave y flexible del tamaño de una cerilla, que se coloca debajo de la piel en la parte interna del antebrazo, desde donde libera en forma continua la hormona etonogestrel, durante 3 años.