Una nueva investigación del Instituto Karolinska (Suecia), publicada en Annals of Reumatic Diseases, ha estudiado la relación entre la píldora anticonceptiva y la artritis reumatoide.
La muestra se componía de 2.809 mujeres con artritis reumatoide y 5.312 escogidas al azar. Al comparar los historiales clínicos, las que tomaban la pastilla anticonceptiva eran un 15% menos propensas a sufrir artritis. Pero las que llevaban más de siete años consumiendo dicha píldora, reducían este riesgo hasta llegar al 19%. Aquellas mujeres que habían abandonado muy recientemente el uso de este método anticonceptivo eran un 13% menos propensas a padecer artritis reumatoide. Este dato apunta a que la protección podría durar un tiempo tras dejar de tomar la píldora.
Aunque el equipo científico del Karolinska quiere seguir investigando y aún no pueden extraer más conclusiones, las características de la enfermedad hacen prever que existan componentes hormonales en la misma. Por este motivo, dicha patología sería atacada por este tipo de anticonceptivos (la píldora es un anticonceptivo hormonal de ingesta oral).
Las pastillas anticonceptivas contienen una dosis muy baja de hormonas pero aun así provocan cambios hormonales. La artritis es una enfermedad autoinmune. Los anticuerpos atacan los propios tejidos y una de las consecuencias es la inflamación de las articulaciones. El papel del sistema inmunológico está claro, ahora se está investigando si en su aparición influye también el factor hormonal.
El estudio ha demostrado que las mujeres que han tomado este método anticonceptivo durante años y las que recientemente dejaron de hacerlo poseen un 13% menos de probabilidades de sufrir dicha dolencia inflamatoria autoinmune, que afecta mayoritariamente a mujeres a partir de los 40 años.
Estudios sobre la lactancia
Tras las conclusiones de este estudio, se decidió investigar si la variación hormonal durante la lactancia también protegía frente a la artritis. Sin embargo, los resultados no fueron positivos, quedando esta hipótesis descartada.
Otros medicamentos con efectos secundarios diferentes a los buscados
No es la primera vez que un medicamento tiene un efecto diferente al buscado. Fue el caso de la Viagra. En realidad, la farmacéutica había desarrollado un medicamento que pretendía ser para la angina de pecho. Pero los varones no querían dejar el tratamiento porque habían descubierto otros efectos secundarios.
