Educación emocional
Somos cuerpo y mente, pero también las emociones y los sentimientos. Saber manejarlos es la mejor manera de relacionarnos.
¿Qué es la educación emocional?
La educación emocional es la labor pedagógica sobre las emociones y los sentimientos desde todos los espacios posibles (familia, los centros educativos, medios de comunicación, etc.). Apenas se habla de emociones, cuando debería ser el eje central dentro del cuidado de la salud sexual y la salud reproductiva.
En la infancia, es importante potenciar el amor hacia nuestro cuerpo, enseñar que los afectos deben ser elegidos y otros cuidados afectivos que tienen que ver con la sexualidad.
Si durante nuestra infancia no hemos tenido modelos positivos que hayan reforzado nuestra autoestima y nos hayan dejado expresar nuestras emociones, esto puede llevar a comportamientos compulsivos durante la adolescencia. La falta de educación afectivo-emocional aumenta los comportamientos de riesgo como los embarazos no deseados, enfermedades de transmisión sexual, etc.
La educación emocional previa nos ayudará a defender nuestros derechos sexuales y reproductivos, poder decir que no (asertividad) y saber romper relaciones afectivas no saludables, para amar desde la libertad y no desde la necesidad.
¿Qué es la inteligencia emocional?
La inteligencia emocional es la inteligencia inter e intra-personal que entiende y toma en cuenta los sentimientos y emociones propias y del resto, sabiendo gestionar los impulsos para motivarnos, regular los estados de ánimo y evitar que las sensaciones negativas se conviertan en frustración y angustia permanente. De esta manera, se desarrollan habilidades sociales útiles en diferentes esferas de la vida. Estas áreas incluyen la afectividad y las prácticas sexuales.
En la sexualidad, según demuestran varios estudios, disponer de inteligencia emocional nos ayudará a empatizar con lo que quiere la otra persona, pedir lo que queremos con asertividad, resolver los conflictos de forma pacífica y entender qué es lo que se puede mejorar. Todo porque comprendemos mejor qué emoción entra en juego y disfrutamos al máximo del placer.
Importancia de la educación emocional en la sexualidad
Las emociones están presentes siempre y la sexualidad no son solo las prácticas sexuales. Enseñar a tratar las emociones prepara para saber enfrentarse de forma informada y consciente a cualquier tipo de relación y disfrutar de forma más responsable y saludable de esta.
¿Cuándo empezar con la educación afectivo-sexual?
Desde la infancia, las emociones, los sentimientos, las afectividades y las relaciones (tanto con nosotros mismos como con el resto), empiezan desde el principio. Es importante hallar maneras de transmitir afectos y una autoestima saludable.
