Orgasmo
El orgasmo es la culminación de una relación sexual, un clímax que produce una sensación de liberación repentina y placentera de la tensión acumulada desde el momento en que se inicia la fase de excitación.
¿Qué es el orgasmo?
El orgasmo es una sensación de placer intenso asociada a un reflejo muscular, provocado en la fase de excitación. Cada persona puede sentir el orgasmo de una forma diferente y su intensidad puede variar mucho en función de cada situación y de multitud de variables.
La consecuencia de cualquier excitación es el orgasmo, ya sea debido a la masturbación, al sexo oral, al sexo anal o a las fantasías sin necesidad de penetración. De hecho, el orgasmo femenino se produce preferentemente por la estimulación directa o indirecta del clítoris. Aunque algunas mujeres la consideran altamente excitante, la penetración no solo no es imprescindible, sino que por sí misma no suele producir orgasmo en la mujer.
Al tratarse de un reflejo, el orgasmo es incontrolable una vez que se ha desatado. Esta falta de control suele ser percibida como un sentimiento de abandono (en el sentido de dejarse llevar por las sensaciones).
A diferencia del orgasmo, las fases de excitación y de meseta sí son reversibles, es posible volver a un estado de reposo total sin haber llegado al orgasmo. Esto ocurre si detiene la estimulación o aparecen interrupciones externas, dolor durante la excitación o pensamientos que nos despistan (miedo a la pérdida de control, pensamientos obsesivos, etc.).
Inmediatamente después del orgasmo, se puede producir un rechazo a nuevas estimulaciones. Puede aparecer sensación de dolor o irritabilidad en el clítoris, la vagina, el pene, los testículos o los pezones si intentan ser estimulados durante la fase de resolución. Es preciso un periodo de varios minutos de reposo para recuperarse de este estado.
Lo ideal para disfrutar de nuestra sexualidad en general y del sexo en particular es no marcarse pautas ni metas, porque se corre el riesgo de no disfrutar. Y no solo eso, sino que si no llegamos a la supuesta meta, podemos caer en darle menos valor al hecho.
Dejemos de marcarnos objetivos a cumplir y disfrutemos como mejor nos venga. Experimenta con tu cuerpo, no te limites a lo establecido, invierte el tiempo en explorarte, saborearte y disfrutarte. Solo conociéndote podrás superar las limitaciones culturales.