Orgasmo femenino
Tener un orgasmo femenino supone alcanzar el clímax sexual para casi todas las mujeres, pero hay quien no logra disfrutar al 100% de sus relaciones íntimas, ya sea porque no llega a sentir esa sensación o porque no saben qué hay muchas otras formas de disfrutar.
¿Qué es el orgasmo femenino?
El orgasmo femenino es la fase del ciclo de la respuesta sexual tras la excitación en la que se produce un placer intenso acompañado de un reflejo muscular con varias contracciones, una sensación de abandono y descontrol y, en consecuencia, una liberación de tensión.
Podemos hablar de dos fases en el orgasmo femenino:
- Congestión y lubricación vaginal: esta fase viene determinada por estímulos psíquicos, sensoriales y genitales. Es parcialmente visible por la lubricación. La mujer no percibe las modificaciones del movimiento útero-vaginal que se producen, mientras que el hombre sí ve directamente la erección. Esta fase se compone de tres fenómenos más o menos simultáneos:
- La excitación erótica conlleva una expansión vaginal que provoca la hinchazón de este canal. La cavidad vaginal resultante es mucho más espaciosa, sobre todo en la zona más profunda. Se produce, además, un mayor flujo de sangre al útero.
- Hay una lubricación de las paredes.
- Se da una vasodilatación que se extiende por la vagina. La lubricación alcanza la entrada de la vagina y llega a los labios.
Al igual que ocurre con la erección masculina, esta fase de lubricación-congestión depende del sistema parasimpático (una rama del sistema nervioso central). Este proceso es susceptible de inhibirse si se produce una activación de la rama del sistema nervioso central simpática. Es decir, ante una situación de ansiedad de la mujer, de inseguridad, pensamientos distractores, etc., este proceso de lubricación por excitación se detendrá, si bien la rama simpática (responsable del estrés) sí interviene en el orgasmo.
- El orgasmo. Es el punto culminante de la excitación, los músculos se contraen rítmicamente e involuntariamente. Simultáneamente, a estas contracciones espasmódicas, la mujer experimenta sensaciones de placer intenso en la vagina que se extienden a toda la pelvis. El útero también muestra contracciones, pero la mujer es menos consciente de ellas.
¿Cómo se produce el orgasmo femenino?
El glande del clítoris está situado donde se unen los labios menores por su parte superior y se esconde bajo un capuchón. Esta parte del clítoris es del tamaño de un chícharro, de tejido eréctil semejante al de una esponja y se llena de sangre cuando la mujer se excita, lo que hace que se vuelva más grande y se tense. A medida que se excita y el orgasmo se acerca, el glande se retrae. Los labios mayores y menores que lo rodean aumentan de tamaño y lo envuelven. Esto sucede para protegerlo de un contacto directo, puesto que se vuelve extremadamente sensible y puede ser molesto si se toca directamente.
Cuando la mujer se excita, no solo entra en erección el glande del clítoris, también lo hacen sus raíces y bulbos. Cuanto mayor sea la excitación, más aumentan de tamaño y más posible es que el pene entre en la vagina para estimularlos. Así, el eje del punto G sería una zona interna del clítoris accesible a través de la penetración por cualquier medio.
Problemas para llegar al orgasmo femenino
- Es más fácil llegar al orgasmo cuando experimentas con tu propio cuerpo, debes saber qué es lo que te gusta para pedírselo a tu pareja. Lo mejor es que aprendas a estimularte para posteriormente expresarlo.
- Cuando estás en pareja necesitas más juego que el hombre para llegar al orgasmo, besos, caricias, juegos previos que te permita llegar a una gran excitación. Debes buscar cual es la postura que más te gusta, para poder estimular tu clítoris o Punto G.
- Deja a un lado las inseguridades, la vergüenza y los miedos, no te estreses porque la ansiedad puede influir a la hora de llegar al orgasmo.
- No dudes en consultar con un profesional si necesitas ayuda.
Claves para potenciar el orgasmo femenino
- Ante todo, valorar tu placer y fomenta el sano egoísmo. No centrar la mente en lo que le gustará a la otra persona, sino en lo que a ti me gusta hacer.
- Si ponemos la mente en el orgasmo que vendrá, nos perdemos el placer que hay en el aquí y el ahora.
- Conoce cuándo aumentas la frecuencia respiratoria, cuando la disminuyes y cuando lo tengas claro, juega a cambiar el orden. ¡Te sorprenderá!
- Apaga las alarmas, porque ese momento es tuyo y solo para ti. Olvida los condicionantes sociales. Juega con tus sonidos, con tu voz y deja que tu cuerpo te guíe.
- Conoce tu suelo pélvico. En él se producen las contracciones del orgasmo y juega un papel primordial en la contribución del placer genital. Si lo mantienes con buen tono, verás cómo podrás tener más posibilidades con tu cuerpo.
- Pon tu mente en modo juego, en clima erótico, porque en ella se vive todo desde la alegría y el placer del descubrimiento.
- Nunca vayas en busca del orgasmo. El orgasmo nunca acude cuando se le llama, sino donde escucha la fiesta.
¿Por qué no llego al orgasmo?
- El estrés, la ansiedad, el aburrimiento o la monotonía influyen a la hora de llegar al orgasmo.
- La falta de confianza con tu pareja o la timidez hacen que puedas tener problemas para llegar al orgasmo.
- Hay fármacos o trastornos hormonales que pueden producir problemas también…
- Si crees tener algún problema, consulta con un profesional para que pueda ayudarte.