Salud reproductiva
Una buena salud reproductiva implica un bienestar social, mental y físico. Implica tener una vida sexual llena de satisfacción y sin riesgos, tener libertad para procrear si se quiere hacer y decidir cuándo tener hijos. Todo esto conlleva también a una buena educación sexual.
¿Qué es la salud reproductiva?
La salud reproductiva significa poder disfrutar de una vida reproductiva satisfactoria y poder procrear sin riesgos. Esto, por supuesto, implica también la libertad para decidir cuándo, cómo y con quién hacerlo y con qué frecuencia.
Además, todas las personas tienen derecho a informarse y acceder a métodos de fertilidad, de métodos anticonceptivos y de salud pública para decidir si tener o no descendencia. Una vez decidido, disponer de las medidas para que el proceso de la gestación (prevención de la mortalidad materna) sea seguro y saludable (prevención de la mortalidad infantil).
A menudo se ha confundido la salud sexual con la salud reproductiva. Durante varios siglos ha sido una reivindicación histórica separar la sexualidad de la reproducción humana, ya que debe ser una elección de cada mujer si quiere ser madre o no, las condiciones en las que desea acceder a la maternidad, el número de hijos, el espaciamiento entre ellos, el acceso a métodos anticonceptivos, etc.
Ser mujer no es sinónimo de ser madre, sin embargo, una vez se ha tomado la decisión de serlo, se debe garantizar el acceso a los derechos reproductivos. Estos se refieren a la planificación familiar, la contracepción, la no violencia obstétrica, el derecho a un parto respetado, la confidencialidad y el derecho a la información sobre todo el proceso del embarazo, parto y puerperio, etc. Por supuesto, dentro de la salud reproductiva también se encuentra el derecho al aborto como libre decisión de las mujeres sobre su cuerpo.
En ocasiones, se puede entender que dentro del término salud sexual se engloban los derechos reproductivos, pero siempre es más preciso diferenciar entre ambos.
¿La salud reproductiva incluye el aborto?
Por supuesto. Hay que garantizar el derecho al aborto para aquellas mujeres que necesiten ejercerlo. La propia ONU lo reconoce como un derecho humano. Conocer los procedimientos del aborto debería ser una materia más de conocimiento científico y un servicio médico.