Transformista
El transformista es aquella persona que mediante un disfraz o una caracterización se convierte normalmente en un personaje diferente, regularmente del sexo contrario. Esto no tiene por qué estar relacionado con su orientación sexual.
¿Qué es ser transformista?
Transformista es toda aquella persona que se convierte mediante la vestimenta en un personaje diferente al que es en su vida real. Todo el mundo ha podido practicar el transformismo en algún momento de su vida. En el caso que nos ocupa, lo habitual es que nos disfracemos con ropa del otro sexo. Es habitual que, en fiestas, carnavales, actuaciones de teatro, nos trans-vistamos de hombre o de mujer. Esto, por supuesto, no significa que no nos sintamos a gusto con nuestro sexo o con nuestro género. Tampoco dice nada de nuestra orientación sexual.
Transformista, travesti y drag queen, son términos similares pero distintos.
Drag Queen
Cuando la persona crea un alter ego y lleva el transformismo a una práctica habitual, entramos en el movimiento Drag.
Hablamos de Drag Queen cuando un hombre se viste con las atribuciones propias de una mujer, exagerando mucho el rol de género femenino y con cierto talento artístico y cómico. Repetimos que no se puede presuponer nada de su identidad de género (son hombres, pero no tenemos por qué pensar que quieran ser mujeres, ser transexuales) ni de su orientación sexual (es un prejuicio dar por sentado que sean gays, hombres que les gustan otros hombres, por qué la orientación del deseo tampoco va ligada a la “masculinidad/feminidad”).
Se diferencia del travestismo en que no tiene por qué haber excitación sexual en el hecho de vestirse con ropa del otro género, aunque puede haber cierto placer en el hecho de ejercer este hobby o trabajo. La performance en sí puede tener un contenido de denuncia social o simplemente realizarse con un objetivo artístico.
En ocasiones, estas performances pueden tener un objetivo social para cuestionar la construcción social de algunos roles de género dicotómicos que nos etiquetan y las propias identidades. De hecho, la performatividad para romper y transgredir los moldes tradicionales de lo que es ser hombre o mujer, heterosexual u homosexual, está muy ligada a la Teoría Queer (el movimiento que reivindica con orgullo “lo raro, diferente”, que no haya categorías, el cuestionamiento de las mismas.).
